jueves, 25 de marzo de 2010

Brazil-Juando más cuatro. (5-6)

¿Merecio la pena la espera?

Al fin se resolvió el encuentro que venía arrastrando la competición desde el pasado viernes, por problemas de pista. Jornada matutina, para algunos demasiado a juzgar por los rostros en el calentamiento, donde de 11 y media a 1, se dilucidó quien se llevaba el gato al agua, o los muchachos de Historia del Arte o los de Quinto de Historia. El listón estaba alto, el espectacular (y polémico)8-7 que acabó con el triunfo del Racing de Tartessos o la demostración de poder de los colegas de cuarto de Historia, con un contundente 5-1, pesaban. No obstante, el encuentro disputado hoy ha tenido la suficiente locura, cambios de marcador y tensión en los instantes finales, quizás no haya sido el encuentro más técnico, pero sí el más acelerado.

Se noto que sendos equipos no están habituados aún a los ritmos de cada compañero, por lo que los compases iniciales fueron de desconcierto. En esa anarquía, Brazil se movió como pez en el agua. Cañón incorporado y sangre fría en los unos contra uno, Curro Piernagorda puso un 2-0 que daba a intuir un partido desequilibrado. Reinaban las caras largas en el equipo liderado por Juanjo, pero desde ese aviso a navegantes, empezaron a mover con acierto el banquillo.

Colocandose Francisco Navas de creador y distribuidor de juego, cuando oteaba el 3-0 en el ambiente vino un afortunado 2-1. Desde ese momento, el fondo de armario de los aprendices de historiadores fue desgastando a los locales. El 2-2 fue inminente, sobresaliendo por sus diabluras Eduardo Rivero, hasta que tuvo que pedir cambio por un choque fortuito. Fueron inevitables las faltas y los derribos, pero reinó un clima de concordia y la cosa no llegó a mayores. Con un poco de retraso pero oportuno para dar oxígeno a los suyos, Ismael apareció a punto de finalizar el primer periodo. Nuevos golpes de autoridad de sendos equipos y 3-3. Pudieron cambiar las tornas psicológicamente de haberse materializado un desaguinado a saque de esquina, pero ni Nolasco ni Gabriel lograron atinar los rechaces, en una carambola que el guardameta Cañas tuvo la fortuna de despejar con el hombro. A las fuentes y los dos conjuntos pensando que la victoria estaba cerca.

El segundo tiempo fue el de las pruebas desde la lejanía. Piernagorda ora, ora Navas o Juanma Sánchez, probaban desde media distancia. Hubo varios momentos para romper la igualdad, pero o la madera (2-2 en este apartado, siendo la Fortuna justa dentro de su malicia) lo frustraron. Destacar que Brazil jugó con porteros rotatorios, mientras en que Juanjo más Cuatro fue constante la presencia de Cañas, quien además, curiosidades de la Liga, llevaba los guantes prestados de Daniel Barea, cancerbero (a la par que jugador) de los arqueólogos.

La sangre fresca (la elevada presencia de Álvaro Gutierrez, los cambios entre Enrique Ordoñez y Francisco Expósito como cierres, la buena segunda mitad de Juanjo…) fueron atrincherando a Brazil. Pero a Eduardo, Juanma, Boti (recupero muchos balones) y cía se les escapaba en ocasiones ese zarpazo final. Francisco Castillo Gómez por su lado creaba los peores dolores de cabeza a la varguardia de los historiadores, con constantes movimientos que forzaron salidas a muerte del portero. Hasta los últimos diez minutos presidio un inquietante 4-4. Los duendes de las porterías quisieron que un zarpazo tras falta clara de Navas a Piernagorda, terminase en la espalda del carcerbero visitante, salvando los muebles.

Tuvo en esta segunda mitad una versatilidad muy notable el equipo visitante, con Francisco Expósito y un recuperado Eduardo Rivero (mereció el gol en demasiadas ocasiones), partiéndose la cara (metafóricamente hablando) con Gálvez, Carrasco y compañía. Era la oportunidad que José Luis Andrés Morgado estaba esperando. Sin duda uno de los mejores del encuentro, había acumulado paciencia para el zarpazo definitivo. Su tanto abría el camino y confirmaba su categoría de goleador después de haber metido un trallazo en la primera mitad, pero quedaban aún ocho minutos y vistas las energías de Brazil, nade podía fiarse.

El tanto pudo llegar pero la bola no quiso entrar. Fue entonces cuando Juanjo mas Cuatro la tuvo y Juanma Sanchez no dudo en clavar la daga que parecía definitiva, marcando el tanto de los depredadores. Pero el juego de Antonio León, Nolasco y cía no se vino abajo. Si a los entrenadores de futbol sala les hubiera dado jaqueca el inicio desconcertante de las once y media, los cinco últimos minutos hubieran despertado ataques cardíacos. Las defensas eran soluciones improvisadas de auténticos asedios al área donde importaba menos detener al contario que salir cual cargas de séptimo de caballería.

Pero el marcador no se movería para los visitantes, aunque José Luis la tuvo en unas pocas ocasiones, bien auxiliado por Enrique Ordoñez. La presión muy adelantada de Curro, Pedro y Gabriel ( en esos momentos finales, se dejó de rotar guardameta y permaneció Ismael), hizo que Juanjo y Navas tuvieran que ingeniárselas para sacar el esférico controlado cuando quemaba.

Como el fútbol a veces (un 10 %) es justo con los valientes, la amenaza constante de Curro volvió a tener un mano a mano, Cañas la desvió los suficiente para que se estrellase en el poste, pero no para evitar que Castillo Gömez, convertido en el más listo de la clase, aprovechase la oportunidad de palomero. El abultado banquillo de Juanjo mas Cuatro empezó a mirar el reloj, cincuenta segundos…Brazil creía que todo era posible y a juzgar por su entrega bien lo parecía.

Pero el estilo Lobo Carrasco, Navas y Eduardo se las ingeniarían para mantener la bola en la banda, mientras Francisco Javier daba minutos de refresco a Enrique. Final del partido con más sustos, cambios de guión y protagonismo inesperados que en Shutter Island. Brazil demostró mucho carácter, mientras que el equipo capitaneado por Juanjo demostró una espectacular y divertida bipolaridad, aunque futuros compromisos exigirán que jueguen menos con fuego.

Pese a ello, este 6-5 dejo un buen regusto en unos y otros. El arbitraje se produjo sin incidencias importantes y no fue necesaria la penalización de tarjetas en ningun bando, sobresalió para los ganadores el hat-trick de Francisco Navas.

MARCOS R. CAÑAS PELAYO. El viejo.

3 comentarios:

  1. No he podido resistirme a ver que se le va a hacer, primeramente gratitud a tu aportacion de escribir la cronica pero he dejado de leerla despues de mi primera aparicion en el texto por el motivo de que solo llegue 8,45 segundos tarde al partido no a la finalizacion del primer tiempo, mas que nada por que fui el portero todo el tiempo relevando a nolasco que estuve esos 8 minutos, entonces no es por menospreciar tu cronica por que es digna de un historio y escrita muy a lo tolkien, pero fijate aqui si puedo reconocer los hechos historicos como ocurrieron de la historiografia, y me da igual que alguien me lleve la contra pero si alguien quiere rebatir algo de arte estoy a disposicion. Bueno a no mas decir buen partido y larga vida.

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  2. Muy buenas antes de nada, soy el cronista de este encuentro (Marcos Cañas). Gracias por el apunte Ismael. Los datos se escurren y me parece muy bien que si tu incorporación en el patido no fue como dice la entrada, quieras comentarlo y sacarnos del error.

    Desde la portería se puede tener una impresión bastante acertada de cómo se desarrolla el juego, quién te marca el gol que te deja tonto o que compañero tuyo abrió la lata, pero ya ves, apenas se habían desarrollado 8 minutos y poco más cuando te vi entrar hubiera jurado que estábamos a punto de acabar.

    No creo que nadie quiera llevarte la contraria, porque lo que dices me parece muy acertado y mejora el resultado original, ahora el resumen de adecua mejor a los hechos.

    Por lo demás, muchas gracias, y espero que en el futuro leas la crónica entera, tanto para compartirla como rebatirla con tus apuntes. Por lo demás, coincido, un 6-5 siempre merece ser considera un muy buen partido. Nos divertimos.

    PD: Se tiene en cuenta lo del toque Tolkien, me ha gustado, pero no hagamos que el artista se revuelva en su tumba, más quisiera yo parecerme a él. Salud.

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